La valoración física del abdomen de un paciente mediante la inspección visual y el uso de la palpación, la percusión y la auscultación. La inspección visual de la forma normalmente oval de la superficie del abdomen mientras el paciente descansa en decúbito supino puede revelar rasgos anómalos de la superficie que indican efectos patológicos o lesiones. Como rasgos anómalos superficiales pueden detectarse los tumores bajo la superficie, la acumulación de líquido o la hipertrofia de hígado o bazo. La auscultación puede descubrir ruidos vasculares que proporcionan información sobre los trastornos arteriales, como los aneurismas aórticos, o bien ruidos intestinales indicativos de la función intestinal. Si se trata de una paciente embarazada, la auscultación puede detectar el latido cardíaco fetal y la circulación sanguínea placentaria. La percusión ayuda a detectar el estado de los órganos internos. En la palpación se detectan áreas de dolorimiento o rigidez, el tono muscular y el estado de la piel y las formas y tamaños de posibles masas y de los órganos profundos.