Es una enfermedad producto de la mordedura o arañazo de un gato sano, causada por la bacteria Bartonella. Aparecen inflamación y pústulas en la piel arañada y ganglios linfáticos inflamados en el cuello, cabeza, ingle o axila 2 semanas más tarde. En ocasiones se acompaña de fiebre, cefalea y malestar general, síntomas que pueden persistir durante meses.