La represión de un sentimiento o estado inaceptable que se convierte en una emoción o situación diametralmente opuesta; por ejemplo, un deportista puede negar su sentimiento verdadero hacia el entrenador y convertir la personalidad que más le desagrada u odia en otra amada o respetada. Hay quien considera la formación reactiva un mecanismo de defensa del ego donde el impulso del yo se reconduce en dirección contraria.