Este grupo fue muy importante en las músicas renacentista y barroca. Los hombros del instrumento forman ángulo agudo con el cuello, el fondo es plano y el mástil cuenta con trastes. El arco es curvo. Toda la familia se toca sosteniendo el instrumento entre las piernas. Hay tres tamaños de violas: soprano, tenor y bajo. Además, hubo un tipo contrabajo conocido como violone. Sus cuerdas se afinaban a intervalos de cuarta, excepto las cuerdas centrales que lo estaban a intervalo de tercera. Durante el periodo barroco las violas fueron gradualmente sustituidas por la familia del violín. En el siglo XVIII J. S. Bach todavía utiliza en alguna ocasión este instrumento, como en la Pasión según san Mateo o los Conciertos de Brandeburgo. En el siglo XX, gracias a la interpretación de la música antigua según criterios filológicos, se ha vuelto a cultivar la viola da gamba e incluso se han compuesto nuevas obras para ella.