Flora Iberica: Árboles de hasta 6 m, inermes. Ramas alternas, sin costillas diferenciadas, seríceas cuando jóvenes –con indumento simple formado por pelos basifijos, rectos, aplicados–, glabras y brillantes cuando adultas. Hojas alternas, estipuladas, pecioladas, trifolioladas, con una articulación en la base del pecíolo –pulvínulo–, las de los braquiblastos más pequeñas que las de los macroblastos. Inflorescencias en racimos terminales, ebracteados, multifloros, péndulos; flores pediceladas, con 3 bractéolas muy pequeñas, una hacia la mitad del pedicelo, las otras 2 cerca del ápice, junto al cáliz. Cáliz campanulado, bilabiado, seríceo, con el tubo mayor que los labios; labios subiguales, el superior bidentado, el inferior tridentado, con dientes de c. 1 mm. Corola glabra, amarilla con líneas purpúreas en el estandarte, con todos los pétalos diferenciados en limbo y uña, soldados al tálamo floral, caduca; estandarte con limbo ovado o suborbicular, cordado en la base; alas oblongo-elípticas, con una aurícula en la base del limbo, sin evaginaciones en el limbo; quilla semielíptica, aguda y algo falcada en el ápice, auriculada en la base del limbo, con una evaginación alargada en la mitad inferior del limbo. Androceo monadelfo, con todos los estambres soldados en la mitad inferior en forma de tubo cerrado con boca oblicua, en la que alternan los estambres con anteras dorsifijas con los de anteras basifijas; filamentos estaminales cilíndricos; anteras ovoideas o subcilíndricas, glabras, no apiculadas. Ovario estipitado, glabro o glabrescente, con 7-8 rudimentos seminales; estilo cilíndrico, arqueado, glabro; estigma terminal, capitado. Fruto estipitado, de contorno oblanceolado, de sección estrechamente elíptica, dehiscente, con márgenes gruesos, áptero, con pocas semillas. Semillas mayores de 5 mm, reniformes, lisas, sin estrofíolo. x = 12