La ley postula que al enseñar una destreza que requiera velocidad y precisión, lo mejor es retardar la velocidad del movimiento durante la primera fase de práctica hasta que se consiga un alto grado de precisión, para luego aumentar gradualmente la velocidad. La ley se basa en la asunción de que es más fácil acelerar movimiento preciso que corregir movimiento rápido pero impreciso. No obstante, también se ha argumentado que la ley no tiene aplicación universal y que, cuando la velocidad es un componente vital de la ejecución e influye en la técnica, hay que dar énfasis a la velocidad desde el principio.