La ley afirma que, durante el aprendizaje, cuando más asociado esté estímulo y respuesta, más probable será que la respuesta concreta siga al estímulo. La ley implica que se aprende practicando y que no se aprende una destreza técnica, por ejemplo, mirando a otro hacerla. Es necesario practicar esa destreza porque, al hacer la unión entre estímulo y respuesta, aquélla se fortalece. Al aplicar esta ley al aprendizaje motor, cuanto más frecuente sea un movimiento y más se repita, más firmemente se establecerá. El entrenamiento no trata sino de utilizar esta ley.