Flora Iberica: Arbustos glabros, de tallos tendidos, muy ramificados, de corteza ± lisa, grisácea o negruzca. Hojas opuestas, ± ericoides, revolutas, cortamente pecioladas, persistentes. Flores pentámeras, solitarias o en inflorescencias umbeliformes. Cáliz con las piezas soldadas en la base. Corola acampanada, caediza después de la floración. Estambres 5; anteras sin apéndices, con dehiscencia rimosa. Ovario súpero. Fruto en cápsula con dehiscencia septicida. Semillas rugulosas, no aladas.