Es una prueba por la cual se determina el daño del tronco encefálico del sistema nervioso central en un paciente comatoso; se rota la cabeza del paciente de un lado a otro con rapidez. Normalmente en la prueba los ojos se desvían en la dirección opuesta, el hecho en el cual los ojos no realizan el movimiento indica lesión grave del tronco del encéfalo.