El talo de los hongos formado por un conjunto de filamentos o hifas; aparato vegetativo de los hongos formado por filamentos ramificados.
En micología, el talo de los hongos, formado por células desprovistas de cloroplastos, heterótrofas, por consiguiente, reunidas en filamentos llamados hifas, que constituyen una maraña, no pudiendo hablarse de un verdadero tejido sino de un pseudotejido o falso tejido. Si el micelio carece de tabiques, se llama cenocítico, como sucede en los hongos inferiores. El micelio, que constituye el aparato vegetativo de los hongos, puede tomar las formas más diversas y se adapta al substrato sobre el que vive, formando masas más o menos compactas de filamentos entrelazados, parecidos a verdaderos tejidos vegetales, debiendo insistirse sobre este punto, ya que las hifas se entrecruzan simplemente, sin presentar verdaderas relaciones de continuidad; por ello reciben los nombres de pseudotejidos o hifénquimas. Cuando la estructura es menos compacta se tienen los plecténquimas. El micelio vegetativo tiene crecimiento apical y puede alcanzar un gran desarrollo, formando densos estratos pseudoparenquimáticos, evidentes en los aparatos esporíferos (Morchella, Helvella, Tuber). En condiciones especiales, el micelio pasa al estado de vida amortiguada: gran número de hifas densamente entrelazadas se revisten de una capa protectora exterior y forman un cuerpo duro llamado esclerocio. En los hongos de más alta jerarquía (basidiomicetes), la basidióspora, al germinar, produce un micelio vegetativo primario, que se desarrolla mucho, con frecuentes anastomosis. Se han distinguido diversos tipos de micelio primario:
1) derivado de basidióspora uninucleada, contiene hifas uninucleadas (Corticium varians, Collybia, etc.).
2) procedente de basididóspora binucleada, que retiene uno de los núcleos en su interior, separado por una membrana y da, por consiguiente, micelio de hifas uninucleadas (Kneiffia gigantea).
3) procede de basidiósporas uni- o binucleadas, pero que al germinar, por una serie de mitosis, da micelio cenocítico plurinucleado. Más tarde, sin embargo, deviene uninucleado (Coprinus fimetarius, Pholiota, Hypholoma).
Estos tres tipos quedan en definitiva como micelios uninucleados. Netamente distinto es el cuarto tipo, derivado de esporas binucleadas, que producen hifas binucleadas, dando un micelio dicariótico (Corticium terrestre). Se considera micelio primario aquel cuyas células no contienen sino un solo núcleo (micelio haploide).
El micelio secundario se origina por fusión de micelios primarios uninucleados, formándose un micelio dicariótico. Corresponde a la fase diploide (micelio diploide). Este proceso implica una sexualidad micélica (homotalismo y heterotalismo). En el píleo de un agarical las hifas se disponen de manera singular, diferenciándose en hifas vegetativas y en hifas vasculares. En algunos géneros (Lactarius) existen hifas que contienen un líquido lechoso. Las que alcanzan una especial diferenciación morfológica y funcional constituyen el micelio terciario (E. G.).