La enfermedad vírica aguda contagiosa que constituye una infección habitual en el deportista y afecta sobre todo a adolescente y adulto joven. El virus se transmite por contacto directo, gotas de transmisión aérea u objetos compartidos. La infección causa fatiga, faringitis, fiebre, trastorno de la función hepática y adenopatía. Una complicación habitual es esplenomegalia transitoria que puede provocar fácilmente la rotura del bazo si se recibe un golpe en el abdomen. Debido a los síntomas los deportistas suelen ser incapaces de entrenar durante el estadio inicial de la infección, aunque, dado el alto riesgo de rotura del bazo, hay que evitar todo ejercicio agotador así como el consumo de alcohol durante los primeros meses posteriores a la infección. La participación en deportes de contacto o choque sólo se reinicia si el bazo no ha aumentado de tamaño.