En la clasificación de los epífitos, de Schimper, el que forma a modo de un nido, ya con sus raíces, densamente entretejidas, ya con sus hojas, divergentes a partir de la base, donde forman una especie de roseta infundibuliforme; en ese nido se almacena el agua como en una esponja y junto con ella las hojas secas y toda suerte de detritos. No raramente, existen dos clases de raíces, las que constituyen la trama del nido, sin geotropismo alguno, y otras, laterales, que son geotrópicamente negativas, las cuales se dirigen en derechura hacia la masa nidular y allí absrben el agua que es menester. Schimper incluye también entre los epífitos de este tipo los que, aplicando algunas de sus hojas contra el tronco en que se asientan, constituyen mejor que nidos unos a modo de nichos u hornacinas en los cuales se acumulan el agua y el mantillo, mientras otras hojas desempeñan la función asimiladora. A esta categoría pertenece el Platycerium grande; otros neosoepífitos son el Asplenium nidus, el Grammatophyllum speciosum, el Anthurium Hügelii, etc. Con el neologismo neosoepífitos se traduce al castellano el término aleman Nest-Epiphyten; en latín será neossoepiphyta.