Se aplica al soporte articulado externo fabricado en metal o un material prefabricado (protección ortopédica, codera, rodillera). Las ortesis se emplean como alternativa a los vendajes de esparadrapo para rodillas y tobillos. Son de tres tipos principales. Las ortesis profilácticas están pensadas para reducir el riesgo de lesiones, si bien su empleo es muy controvertido; algunos médicos deportivos creen que en realidad aumentan el riesgo de sufrir lesiones. Las ortesis rehabilitadoras están diseñadas para proteger las articulaciones después de una lesión; por ejemplo, impiden los movimientos laterales que someterían la rodilla a tensión, pero permiten la flexión y el enderezamiento controlados de la rodilla para acelerar la curación. Las ortesis funcionales tienen como finalidad compensar las articulaciones inestables mejorando la relación entre las estructuras articulares y las cargas que actúan sobre ellas. La mayoría de los médicos deportivos están de acuerdo en que la mejor manera de prevenir las lesiones articulares es seguir un programa de preparación física adecuado con el fin de desarrollar una «ortesis» natural mediante los músculos que rodean la articulación.