Se aplica al soportes pedales moldeados (lo ideal es que se hagan a la medida) que se adaptan al calzado para que el movimiento del pie sea más eficaz, reducir el riesgo de lesiones pódales y corregir ciertos desequilibrios estructurales (por ejemplo, pies planos y arcos plantares excesivos) que tal vez causen dolor en la espalda, caderas, rodillas, piernas o pies (aparato ortopédico). Las ortosis blandas proporcionan amortiguación a las personas con pies muy inflexibles (por ejemplo, las que tienen los arcos plantares muy altos). Las ortosis rígidas ofrecen más estabilidad a las personas con pies planos o hiperpronación. Muchos deportistas de elite, como corredores, ciclistas y esquiadores, se benefician del uso de ortosis durante el entrenamiento y la competición.