Es un área natural protegida de Uruguay localizada en el sector centro-meridional del país y conocida con anterioridad como Parque nacional de Carrasco y Parque nacional Centenario; posee el privilegio de ser el primer parque estatal de la nación. Aunque no constituye un ‘parque nacional’ en los términos técnicos hoy reconocidos internacionalmente, se le denominó así por ser un parque que durante muchos años fue administrado de manera similar a la de un parque nacional, lo cual significó el desarrollo de usos recreativos, educativos y científicos.
Esta área fue obtenida mediante una donación de Alfredo García Lagos y comprendía 1.142 ha de bañado y un campo de 350 ha, que se ubican entre el bañado y el Río de la Plata. Dicha donación estuvo sujeta a dos condiciones: por un lado, el Estado debía desecar el bañado; por otro, debían forestarse las 350 ha de campo con la finalidad de crear un parque de uso público. Estas condiciones no se ajustan a los criterios que se establecen en la actualidad, pero son muy comprensibles para la época. Se consideraba necesaria la desecación porque la presencia de un bañado con poblaciones de mosquitos en el área urbana presentaba un grave riesgo para la salud de la población.
A fines del año 1916, el Estado encomendó al arquitecto paisajista Carlos Racine el diseño y la instalación del parque, quien con las dificultades que determinaban las condiciones locales, caracterizadas por la voladura de arenas provocadas por los salitrosos vientos marinos, logró plantar 700.000 árboles de diversas especies, particularmente Eucalytus globulus, Eucalyptus rostrata, Pinus pinaster, Acacia longifolia y Acacia melanoxilon.
El Parque Franklin Delano Roosevelt es en la actualidad un espacio verde que goza de una situación privilegiada. Su ubicación entre la ciudad de Montevideo y la cadena balnearia que se extiende por el litoral del departamento de Canelones, permite el disfrute de miles de ciudadanos que lo visitan en las distintas épocas del año como una opción de recreación al aire libre. Asimismo, se sitúa en la puerta de entrada del turismo internacional, pues se encuentra a escasa distancia para quienes acceden al país a través del aeropuerto internacional de Carrasco. En 1996, la presidencia de la República aprobó un proyecto de reordenación del parque con el objetivo de mejorar las condiciones del mismo como área recreativa de uso público.