Es un parque situado en la zona norte de la ciudad de Barcelona (España), una de las obras maestras de la arquitectura paisajística del siglo XX. En 1984 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fue concebido por el arquitecto catalán Antoni Gaudí como encargo del empresario y mecenas Eusebi Güell, que tenía el propósito de construir una ciudad-jardín. Las obras comenzaron en 1900 y la traza urbanística quedó finalizada en 1914. Se ingresa al parque por la parte más baja a través de una entrada de gran riqueza cromática, en la que destaca una notabilísima reja de forja flanqueada por dos pabellones ovalados de cerámica policromada y formas fantasiosas. A continuación se asciende por una escalinata entre dos muros ondulados para acceder a la llamada sala de las Cien Columnas, una monumental sala hipóstila sustentada por 84 columnas pseudodóricas, muchas de ellas fuertemente inclinadas, con un interesante techo de mosaicos. Por pasos laterales se alcanza el gran mirador construido en 1906, una plaza bordeada por un banco corrido y ondulado recubierto de azulejos, que domina la ciudad de Barcelona. A partir de aquí, Gaudí continua el trazado del parque aprovechando las irregularidades del terreno, respetando la vegetación y trazando un sistema de viaductos y soportales que no interrumpen el paisaje y conducen, por la parte oeste, hasta una gran cruz desde la que se aprecia otra notable panorámica. En el lado inferior subsiste, convertida en museo, la casa particular que allí se edificó el arquitecto. La arquitectura ciertamente orgánica de Gaudí encuentra en esta exaltación de la naturaleza su marco más adecuado.