Es un espacio natural protegido de España, situado en la provincia de Ciudad Real, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. En 1981 fue declarado Reserva de la Biosfera, en 1982 se reconoció como Humedal de Importancia Internacional por el Convenio Ramsar y en 1988 se calificó como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). El parque se asienta en la confluencia de los ríos Guadiana y Cigüela, sobre un sustrato calizo que actúa como una esponja, que una vez empapada permite el encharcamiento.
Alfonso X el Sabio cazaba aquí, y el Libro de la Caza del infante Don Juan Manuel, en el siglo XV, lo cita como lugar óptimo para la cetrería. Con posterioridad, desde Felipe II, que en 1575 pide que se guarde bien Daimiel, hasta Alfonso XIII, ha sido habitual coto de caza. En 1959 se prohibió definitivamente la caza en las Tablas y en 1966 este paraje se convirtió en Reserva Nacional de Caza. A partir de la década de 1960, las obras de canalización de varios ríos, así como la demanda de agua por los regadíos circundantes, hicieron que fuera disminuyendo la superficie anegada por el agua y las Tablas fueran desecándose. Para proteger este enclave se declaró, en 1973, el Parque nacional de las Tablas de Daimiel.
Las llanuras inundadas han hecho surgir masas de carrizos (Phragmites australis), eneas o espadañas (Typha domingensis); juncos y masiegas (Cladium mariscum), donde nidifican las aves entre un rosario de islas y tablazos. Otras plantas emergentes que se localizan en el parque son la salicaria (Lythrum salicaria), y la castañuela (Scirpus maritimus). Los únicos árboles presentes en este humedal son los tarayes, de hojas escuamiformes y flores pequeñas rosadas, que pueden soportar ciertos periodos de inundación, así como cierto grado de salinidad. Entre la vegetación sumergida se encuentran distintas especies del género Chara, así como 2 especies de Ceratophyllum y ciertos ranúnculos (Ranunculus peltatus y Ranunculus trichophyllus). También destaca la presencia de lentejas de agua, que flotan libremente sobre la superficie.
En este mundo semiacuático, la nutria (Lutra lutra), la rata de agua y la comadreja (Mustela nivalis) son los depredadores naturales, en tanto que cangrejos, carpas y gambusias forman la fauna subacuática. La ranita de san Antonio (Hyla arborea), el gallipato (Pleurodeles waltl), el tritón ibérico (Triturus boscai), el sapo corredor (Bufo calamita), el sapo común (Bufo bufo), la rana común (Rana perezi) y el galápago europeo (Emys orbicularis) se desplazan entre el agua y las zonas terrestres. Sin embargo, las Tablas de Daimiel son famosas por su avifauna. Numerosas anátidas invernan en el parque, destacando el pato colorado (Netta rufina, anagrama del parque), el ánade real (Anas platyrhynchos), la cerceta común (Anas crecca) y el pato cuchara (Anas clypeata). Otras aves acuáticas a destacar son la garza imperial (Ardea purpurea), la garza real (Ardea cinerea), el martinete (Nycticorax nycticorax), el avetoro (Botaurus stellaris), el zampullín chico (Tachybaptus ruficollis), el somormujo lavanco (Podiceps cristatus) y el calamón común (Porphyrio porphyrio).