Es un parque nacional de Bolivia situado en el departamento de Cochabamba, en las proximidades de la ciudad homónima, tanto, que la entrada al parque está emplazada a corta distancia de la ciudad, desde la que se puede acceder andando. El parque resguarda el ecosistema de las lagunas de Huarahuara, una serie de lagos poblados de truchas, en medio de un paisaje montañoso, conocido como la región de los valles. Se trata de un área privilegiada, principalmente en virtud de la diversidad de climas de montaña que contiene, desde el tropical húmedo hasta el frío seco en las mayores altitudes, y con temperaturas cuyo promedio anual es de 18 °C. La morfología del terreno deriva de la irrupción de la cordillera Oriental de los Andes, con su ramal Cochabamba, en el ámbito de la Puna, diseccionados ambos por valles excavados mediante terrazas de erosión, tales como el propio de Cochabamba, además de los valles de Sacaba, Valle Alto y Cliza.
La fertilidad del valle de Cochabamba queda atestiguada por las ancestrales prácticas agrícolas y ganaderas y la dedicación a las mismas de gran parte de sus habitantes; hasta tal punto que, durante la colonia, Cochabamba era conocida con el nombre de ‘el granero del Alto Perú’. Fundada en 1574, durante mucho tiempo constituyó la segunda ciudad de Bolivia y un influyente centro agrícola. Hacia el este del parque, en la zona bañada por el río Chaparé, destaca una cubierta de bosque tropical más denso que en el resto del departamento, por lo que puede considerarse a Cochabamba la transición entre el flanco norte de la cordillera, cubierto por un bosque exuberante, siempre verde, gracias al efecto de los vientos cargados de humedad procedentes del Amazonas que precipitan en sus laderas de barlovento, y el frente cordillerano austral, donde prima una cubierta vegetal de arbustos y pastos secos.