Es un parque nacional de Panamá, ubicado a 473 km de la ciudad de Panamá, con una superficie de 14.300 ha que se extienden por la provincia de Chiriquí. Localizado en la serranía de Tabasará, prolongación de la cordillera de Talamanca, se trata del único volcán de Panamá con una altitud considerable (3.475 m), lugar de nacimiento de los ríos Chiriquí Viejo, Caldera y Chico. Prueba de su pasada actividad volcánica (hoy se considera extinguido) son sus siete cráteres. En los flancos del volcán predominan las pendientes escarpadas, tapizadas de bosque húmedo, nuboso y umbroso, con robles, lauráceas, cedrillos y cipreses blancos cubiertos por musgos, plantas hepáticas y otras epifitas. Es un hábitat idóneo para numerosas especies, algunas en peligro de extinción, como el águila arpía, el jaguar, el tigrillo, la danta, el puma, el zaíno, la salamandra marmórea y las lagartijas Anolis fungosus y Anolis vociferans, así como los saínos, las águilas solitarias, la paloma torcaz y el siempre emblemático quetzal. La biodiversidad del parque (hoy en peligro por la deforestación, los incendios forestales, la presión agrícola y la contaminación de las aguas y de los suelos) se explica en parte por la variación altimétrica y la distribución espacial de las precipitaciones.