La lesión punzante producto del pico dentado de una garrapata hematófaga, arácnido pequeño de piel dura. Las garrapatas transmiten diversas enfermedades al ser humano y algunas especies transportan una neurotoxina en su saliva que puede causar parálisis ascendente de inicio en las piernas. Pueden aparecer nerviosismo, pérdida de apetito, hormigueo y cefalea, seguidos de dolor muscular y, en casos extremos, insuficiencia respiratoria. Los síntomas desaparecen a menudo cuando la garrapata adherida se retira cuidadosamente con unas pinzas.