Principio básico del entrenamiento que establece que, para mejorar un componente concreto de la condición física, hay que dar prioridad a ese componente en el entrenamiento. El programa de entrenamiento debe dar preferencia al sistema fisiológico empleado para realizar una actividad concreta con el fin de lograr adaptación específica al entrenamiento. Por consiguiente, un halterófilo que sólo entrene la fuerza y la potencia será con toda probabilidad más fuerte y potente que una persona si entrenamiento, pero puede que su resistencia aeróbica no sea mejor (ver también principio de la sobrecarga progresiva).