Principio del desarrollo que se basa en estudio sobre el comportamiento infantil y que reconoce que que el bebé está equipado y es capaz de observar el mundo en un plano frontal de simetría y podría ser perfecto ambidiestro. Sugiere que una persona de preferencia al empleo de una mano, pie u ojo, sobre todo por la preferencia por la mano derecha en una cultura, y no porque esa persona se incapaz de aprender con la izquierda; neurológicamente hablando, existe la misma facilidad para desarrollar ambos lados del cuerpo. Esto queda demostrado cuando una lesión obliga a una persona a usar la mano izquierda, o en el caso de la persona que es diestra para una tarea y zurda para otra.