Principio básico del entrenamiento que postula que todo programa de entrenamiento debe tener en cuenta la necesidad y capacidad específica de la persona para la cual se diseña. Se basa en que la herencia desempeña un papel primordial en la determinación de la respuesta de una persona al programa de entrenamiento, por lo que ninguna persona responderá igual a un programa de entrenamiento dado (excepto probablemente el gemelo univitelino).