El resultado de la interrupción de la satisfacción de la necesidad fisiológica básica del sueño. El sueño se regula en centros del hipotálamo y del sistema reticular activado. La privación del sueño provoca aberraciones mentales progresivas al cabo de 30 a 60 horas de vigilia continuada. Después de este momento resulta intolerable realizar tareas monótonas, el lenguaje se vuelve confuso y el rendimiento es cada vez peor. Al cabo de una semana de privación del sueño pueden comenzar a aparecer síntomas de psicosis.