La predisposición relativamente estable a actuar de cierta manera. Los rasgos de carácter suelen aplicarse a la personalidad. Cada rasgo suele representarse como un constructo bidimensional (por ejemplo, honesto deshonesto) representado por una escala en la que se sitúa la persona en cuestión. Los rasgos de carácter se consideran constantes en gran variedad de situaciones distintas (ver teoría del rasgo de carácter).