El conjunto de síntomas somáticos y psicológicos asociados con determinadas penas o pérdidas extremas, específicamente la muerte de un ser querido. Los síntomas somáticos son sensación de opresión en la garganta y en el tórax con ahogo y falta de aire, molestias abdominales, pérdida de fuerza muscular y cansancio y letargo intenso. La reacciones psicológicas son sensación general de angustia y malestar, con sentimientos de culpa, cólera, hostilidad, inquietud extrema, incapacidad para concentrarse y para mantener modelos organizados de actividad.