La medida de la resistencia de una articulación al movimiento definido como el cambio del ángulo articular dividido por un cambio en el momento o torque de esa articulación. La rigidez articular depende de las resistencias que ofrecen las estructuras de la articulación (como músculos y ligamentos), la piel y el tejido conjuntivo subcutáneo. En medicina, la afección, caracterizada por dificultad para mover una articulación, que suele acompañarse de malestar y dolor. La rigidez articular suele ser secundaria a una lesión articular cuando los músculos sufren espasmos protectores que reducen el movimiento. La rigidez articular debe tratarse cuidadosamente y no hay que intentar forzar la articulación. La rigidez dolorosa y crónica requiere exploración y tratamiento médicos.