Flora Iberica: Árboles caducifolios, espinosos, con indumento seríceo-piloso laxo en los órganos jóvenes. Tallos alternos, los jóvenes con costillas longitudinales agudas. Hojas alternas, pulvinuladas, estipuladas, pecioladas, imparipinnadas; estípulas libres entre sí, no soldadas al pecíolo, herbáceas y caducas o espinosas y persistentes; folíolos estipelados, sin pulvínulos, peciolulados, enteros. Inflorescencias axilares, en racimos péndulos, con numerosas flores. Flores olorosas, con néctar, pediceladas, con una bráctea caduca. Cáliz campanulado, con dos dientes superiores que forman un labio bidentado, 2 laterales y 1 inferior, con el tubo mucho más largo que los dientes. Corola con todos los pétalos diferenciados en limbo y uña, soldados al tálamo floral, decidua; estandarte ovado, casi del tamaño de las alas y quilla; alas obtusas, auriculadas en la base, sin rugosidades o invaginaciones; quilla falcada, aguda en el ápice, auriculada en la base del limbo, sin invaginaciones. Androceo diadelfo, con el estambre vexilar libre en la base, con frecuencia soldado al resto de los estambres en casi toda la mitad inferior, en forma de tubo cerrado y oblicuo, bifenestrado en la base a ambos lados del estambre vexilar, que alterna estambres con anteras basifijas con otros de anteras subdorsifijas; filamentos estaminales cilíndricos, glabros; anteras de subcilíndricas a ovoideas, amarillas, glabras. Ovario estipitado, con numerosos rudimentos seminales biseriados; estilo cilíndrico, claramente diferenciado del ovario en su base, fuertemente curvado cerca de la base; estigma húmedo, terminal, hemisférico. Fruto cortamente estipitado, comprimido, dehiscente, con 1-18 semillas. Semillas reniformes, lisas, sin estrofíolo. x = 10, 11.