El área elevada de Uruguay situada en la frontera con Brasil, en el extremo noreste del país; constituye una prolongación, en sentido transversal, del conjunto formado por la cuchilla de Haedo y la cuchilla Negra, que se intercala entre la cuenca del río Negro y los cursos brasileños que tributan aguas al río Uruguay (Negro, Cuñapirú). De la cuchilla de Santa Ana se desprenden otras menores, tales como las de Cuñapirú, Yaguarí y Hospital, que se prolonga por medio de la cuchilla de Caraguatá.
La región está constituida por sedimentos y rocas volcánicas (basaltos) dispuestos en capas superpuestas, que originan formas de relieve relativamente llanas. La destrucción parcial de las cuchillas ha suscitado la formación de cerros alineados que, circunstancialmente, poseen nombres colectivos, como los Tres Cerros de Cuñapirú. En esta zona, la penillanura de relieves modelados sobre el basamento cristalino adquiere características singulares por la influencia de las areniscas y otros sedimentos, que crean formas tabulares allí donde el proceso de peniplanización no ha sido tan avanzado, como lo testimonian la cuchilla mesetiforme de Santa Ana, la depresión subsecuente por la que corre el río Tacuarembó que nace en ella, y los cerros amesetados separados de la masa principal.
Uruguay es un país de colinas, con un subsuelo principalmente formado por rocas antiguas, granitos y esquistos fundamentalmente, en el que, pese a su aparente uniformidad de relieve, es posible distinguir dos regiones llanas diferenciadas: una, en el estrecho perímetro de llanuras aluviales que bordean el Río de la Plata y la costa atlántica, tras el que se alinea un área de colinas bajas; otra, la penillanura, que se extiende por el centro y el norte del territorio, resultado de un prolongado proceso erosivo de base fluvial, de la que sobresalen formas onduladas llamadas localmente cuchillas, tales como la cuchilla Grande y la cuchilla de Haedo, con las que se conecta la cuchilla de Santa Ana.