Es un trastorno que puede aparecer días o semanas después de un infarto agudo de miocardio. Se caracteriza por dolor torácico, fiebre, pericarditis con roce pericárdico, pleuritis, derrame pleural, dolor articular y elevación del recuento leucocítico y de la velocidad de sedimentación. Tiende a recurrir y con frecuencia provoca ansiedad intensa, depresión y temor a que se trate de otro ataque al corazón.