Es un complejo de reacciones adversas que puede acompañar o seguir a la administración intravenosa de sangre o de hemoderivados. Entre las reacciones que pueden aparecer están los efectos hemolíticos, cefalea y dolor de espalda, alergias a algún componente desconocido de la sangre del donante, sobrecarga circulatoria, efectos de la temperatura de la sangre que enfría el sistema cardiovascular del paciente y efectos de los microagregados presentes en la sangre almacenada.