Flora Iberica: Árboles perennifolios, inermes, de corteza verdosa y lisa, con indumento pubérulo formado por pelos cortos, negros y blancos. Ramas alternas, sin costillas diferenciadas, con indumento pubérulo cuando jóvenes. Hojas estipuladas, pulvinuladas, pecioladas, imparipinnadas; estípulas libres entre sí, no soldadas al pecíolo, fugaces; folíolos estipelados, pulvinulados, peciolulados, de márgenes enteros. Inflorescencias en panículas terminales. Flores papilionadas, pediceladas, con un hipanto, una bráctea en la base y 2 bractéolas pequeñas cerca de la base del hipanto. Cáliz –con el hipanto– campanulado, actinomorfo, con 5 lóbulos elípticos y pelos negros aplicados cerca de los lóbulos. Corola glabra, inserta casi en el ápice del hipanto, con todos los pétalos unguiculados; alas y piezas de la quilla semejantes, biauriculadas. Androceo con todos los estambres casi libres, solo soldados en la base sobre el ápice del hipanto, junto a la corola; filamentos estaminales cilíndricos, glabros; anteras dorsifijas, ovoideas, sin apículos, glabras. Ovario estipitado que parte de la base del hipanto, con pelos negros y aplicados, con más de 10 rudimentos seminales; estilo cilíndrico, geniculado en la base, glabro; estigma seco, terminal, en pincel. Fruto estipitado, toruloso, generalmente con largos segmentos cilíndricos interseminales, carnoso, indehiscente. Semillas reniformes, lisas, brillantes, negras o purpúreas, sin estrofíolo. x = 9.