Flora Iberica: Hierbas perennes, rizomatosas, inermes, sin acúleos. Tallos foliosos o planta escaposa, con indumento de pelos eglandulosos. Hojas sésiles o pecioladas, enteras, dentadas, pinnatífidas, lirado-pinnatífidas o lirado-pinnatisectas, las basales en roseta, glabras o con indumento de pelos eglandulosos. Capítulos hemisféricos, globosos en la fructificación; involucro con 1-3 filas de brácteas, libres, enteras, herbáceas; receptáculo hemisférico en la antesis y ovoide-cilíndrico en la fructificación, glabro, con bractéolas herbáceas. Flores hermafroditas –a veces las de inflorescencias laterales funcionalmente femeninas–, tetrámeras, subactinomorfas, ± iguales. Involucelos homomorfos, sésiles, sin eleosoma basal; tubo subcilíndrico-obovoide, ± tetrágono, recorrido por 8 costillas pelosas, separadas por surcos distalmente dilatados en una pequeña depresión; corona membranácea, con 4-7 dientes; sin diafragma. Cáliz pateniforme, herbáceo, carnosillo, glanduloso y laxamente adpreso-peloso, con 4-5 aristas escábridas, erectas, persistente. Corola con 4 lóbulos, uno ligeramente mayor que el resto, azulada o de un azul violeta. Androceo con 4 estambres. Estigma capitado, umbilicado, oblicuo. Fruto en aquenio, glabro o laxamente peloso. x = 10.