Se dice de la alteración del estado de ánimo cuya característica fundamental es su cronicidad de 2 años como mínimo de duración, con depresión anímica o pérdida de interés o de satisfacción por todas o casi todas las actividades habituales y pasatiempos, y con síntomas asociados, aunque no se importancia y duración suficientes como para cumplir los criterios de una depresión mayor.