Es la asistencia sintomática y de apoyo prestada a un paciente que ha estado expuesto o que ha ingerido un fármaco tóxico, un producto químico comercial u otras sustancias peligrosas. En el caso de intoxicación oral el esfuerzo principal debe estar dirigido a la retirada de la sustancia tóxica antes de que pueda ser absorbida por los tejidos corporales. En caso de que los vómitos no se produzcan espontáneamente deberán ser inducidos una vez identificado el tóxico, si es posible, y llamar a un centro de control de intoxicaciones. Si se tratara de un producto destilado del petróleo, como el queroseno, o una sustancia cáustica o corrosiva, no se debe inducir el vómito. En algunos casos se puede administrar un antídoto para contrarrestar el efecto de un tóxico o prevenir su absorción, como dar una solución diluida de vinagre o limón para neutralizar a un álcali.