El tratamiento del paciente con quemadura por fuego, líquidos calientes, explosivos, sustancias químicas o corriente eléctrica. Durante el estadio agudo de la quemadura se debe controlar casa 30-60 minutos la presión sanguínea, el pulso, la respiración y la presión cerebrovascular. La temperatura rectal se debe controlar cada 2-4 horas. Se deberá ayudar al paciente en su higiene bucal y cada 2 horas se le ayudará a cambiar de posición, toser y respirar profundamente. El estado sensorial del paciente se evaluará cada hora. Si se le han prescrito líquidos por vía oral se le administrarán zumos y bebidas bicarbonatadas, pero el agua y los cubitos de hielo están contraindicados. La ingestión de líquidos y su eliminación se deben medir cada hora. También puede ser necesaria la administración de transfusiones de sangre, corticoides y antipiréticos, pero hay que tener en cuenta que la aspirina está contraindicada. El tratamiento local de la quemadura puede seguir el método cerrado o el abierto, que es el que con más frecuencia se utiliza. En el método abierto se limpia el área de la quemadura y se deja expuesta al aire, manteniendo al paciente caliente tapándolo con una manta o una sábana sobre una cama cuna o utilizando un calentador o una lámpara. En el método cerrado se aplica crema, pomada o solución germicida o bacteriostática sobra la superficie quemada y la herida se cubre con un vendaje. Se puede realizar un heteroinjerto de cerdo para cubrir la herida de forma temporal, previniendo la pérdida de líquidos y reduciendo el riesgo de infección, pero el injerto se seca en 1 o 2 días y puede tirar y causar dolor. Recientemente se ha desarrollado piel artificial que constituye una gra promesa para el tratamiento de las quemaduras graves.