La conformidad de lo que se dice con lo que se siente o piensa; o sea, la verdad moral (o veracidad); certeza, certidumbre, autenticidad, exactitud (por ejemplo: nadie conoce la verdad); veracidad, sinceridad, franqueza (por ejemplo: hablar con verdad); dicho, juicio o proposición que no se puede negar de modo racional, o sea, la corrección del pensamiento (cualidad del juicio que no se puede negar o refutar racionalmente); la realidad (la existencia real).
En filosofía, la adecuación del pensamiento a la cosa considerada distinta a él. Los griegos habían concebido la verdad como aletheia o descubrimiento del ser, oculto por el velo de las apariencias. El tomismo concibe la verdad como inteligibilidad del ser (verdad ontológica) y como conformidad de la mente con la realidad (verdad lógica). Para Kant y el idealismo, la verdad tiene un sentido formal, en cuanto conformidad racional del entendimiento consigo mismo o con sus propias categorías, que no entraña contradicción en sí. Muchos filósofos analíticos han defendido lo que se ha llamado la teoría de la verdad como correspondencia. Una forma en que se ha elaborado es el llamado concepto semántico de verdad presentado por A. Tarski. En este concepto de verdad las expresiones «es verdadero» y «es falso» son expresiones metalógicas.