La niacina y la niacinamida son formas de vitamina B3. La vitamina B3 se encuentra en muchos alimentos incluyendo la levadura, la carne de vacuno, la leche, los huevos, las verduras verdes, los porotos y los granos de cereal. La niacina y la niacinamida también se encuentran en muchos suplementos de complejo de vitamina B juntas con las otras vitaminas B. La niacina se usa para el colesterol alto. También se usa junto con otros tratamientos para los problemas de la circulación, para los dolores de cabeza de migraña y para disminuir la diarrea asociada con el cólera. La niacina también es utilizada por la gente que usa drogas ilegales para evitar mostrar un resultado positivo de drogas en la orina. La niacinamida se utiliza para el tratamiento de la diabetes y para dos trastornos de la piel llamados pénfigo buloso y granuloma anular. La niacina o la niacinamida se usan para prevenir la deficiencia de vitamina B3 y para afecciones vinculadas a esa deficiencia tal como la pelagra. Ambas formas de vitamina B3 se utilizan para la esquizofrenia, las alucinaciones debido a las drogas, la enfermedad de Alzheimer y la pérdida de la habilidad de pensar relacionada con la edad, para el síndrome cerebral crónico, la depresión, los mareos, la dependencia del alcohol y para la retención de líquidos (edema). Algunas personas usan la niacina o niacinamida para el acné, la lepra, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la pérdida de la memoria, la artritis, la prevención de los dolores de cabeza premenstruales, para mejorar la digestión, para la protección contra las toxinas y los contaminantes ambientales, para disminuir el efecto del envejecimiento, para disminuir la presión arterial alta, para mejorar la circulación, para promover la relajación, para mejorar el orgasmo y para la prevención de las cataratas. La niacinamida se aplica a la piel para el tratamiento de un trastorno inflamatorio llamado acné vulgar.