Es una forma cultural propia y exclusiva de cada clase social. El concepto de cultura de clase es ambiguo y polémico, ya que algunos autores consideran que sólo existe una cultura común y no culturas peculiares de cada clase social; otros, sin embargo, defienden la subcultura de clase.
El pensamiento socialista ha criticado desde sus orígenes a la burguesía por apropiarse de los bienes culturales de la sociedad. Filósofos marxistas como György Lukács, Theodor Adorno, Herbert Marcuse o Louis Althusser han acusado a la sociedad capitalista de favorecer el desarrollo de subculturas, cuyo objetivo es despojar de sus atributos particulares a las comunidades y sectores sociales más postergados. Cada clase o estrato social mantiene actitudes, comportamientos y modos de vida peculiares que dan como resultado formas y valores culturales propios. El antropólogo estadounidense Oscar Lewis denominó ‘cultura de la pobreza‘ a las formas culturales de la clase baja, de los desheredados. Al estudiar a diversas familias mexicanas en situación de extrema precariedad, señaló que las características de la ‘cultura de la pobreza’ son universales, ya que son las mismas en cualquier país. Para Lewis, el espíritu gregario, la violencia doméstica, las uniones consensuales, el fatalismo y el autoritarismo son situaciones típicas que se dan en cualquier situación de pobreza.